"Si lo mejor que los diseñadores tenemos por qué molestarnos son las selecciones de tipografías en [cosas cómo] brochures de Ikea, nuestras prioridades no están balanceadas. No faltan cosas mejores contra qué rebelarnos - vienen a la mente la guerra, el calentamiento global, y la filmografía de Nicolas Cage." -Smashing Magazine
Valdría la pena leer Smashing Magazine sólo por esta línea... Pero el artículo que les he enlazado tiene mucho, mucho más de interesante.
Cada movimiento artístico en la historia se ha visto regido por una serie de principios definidos. Durante el modernismo esta necesidad llegó a su extremo y surgieron los manifiestos para unir en un movimiento a los artístas que compartían convicciones ideológicas y estéticas. Los manifiestos más importantes fueron obras sumamente progresistas que catapultaron el arte, la cultura y la sociedad hacia nuevas fronteras. Lo que tenían en común, lo que les daba esa fuerza para impactar y cambiar el mundo cómo lo hicieron: ¡se rebelaban contra las convenciones establecidas!
En la actualidad los movimientos artísticos tal cómo existieron en esa época prácticamente han desaparecido. El postmodernismo se carácteriza más bien por la ausencia de corrientes artísticas fuertes y definidas. Los artístas ya no se interesan tanto en formar alianzas y proclamar manifiestos, y prefieren ser más libres y personales. La consecuencia es el caos que es la comunidad artística moderna...
Pero el principio de proclamar un manifiesto no ha dejado de ser menos admirable con el tiempo. ¿Acaso no necesitamos y tenemos todos reglas, principios y paradigmas que consideramos importantes a la hora de vivir? ¿A la hora de diseñar? ¿A la hora de pensar, de concebir ideas, de proponernos hacer algo creativo? Si no tienen ninguna idea de cuales van a ser sus principios cómo diseñadores profesionales, es hora de que se pongan a pensar en ello... Hagan su propio manifiesto personal, aunque no se lo vayan a proclamar a nadie, a todos nos sirve poder decir claramente cuales son nuestras propias convicciones...
Y recuerden, a nadie le gusta un diseñador que hace lo mismo que todo el mundo. Más vale que sean rebeldes.
Valdría la pena leer Smashing Magazine sólo por esta línea... Pero el artículo que les he enlazado tiene mucho, mucho más de interesante.
Cada movimiento artístico en la historia se ha visto regido por una serie de principios definidos. Durante el modernismo esta necesidad llegó a su extremo y surgieron los manifiestos para unir en un movimiento a los artístas que compartían convicciones ideológicas y estéticas. Los manifiestos más importantes fueron obras sumamente progresistas que catapultaron el arte, la cultura y la sociedad hacia nuevas fronteras. Lo que tenían en común, lo que les daba esa fuerza para impactar y cambiar el mundo cómo lo hicieron: ¡se rebelaban contra las convenciones establecidas!
Aunque no lo crean. Eran todavía más rebeldes que este tipo. Fotografía por joelwillis
En la actualidad los movimientos artísticos tal cómo existieron en esa época prácticamente han desaparecido. El postmodernismo se carácteriza más bien por la ausencia de corrientes artísticas fuertes y definidas. Los artístas ya no se interesan tanto en formar alianzas y proclamar manifiestos, y prefieren ser más libres y personales. La consecuencia es el caos que es la comunidad artística moderna...
Pero el principio de proclamar un manifiesto no ha dejado de ser menos admirable con el tiempo. ¿Acaso no necesitamos y tenemos todos reglas, principios y paradigmas que consideramos importantes a la hora de vivir? ¿A la hora de diseñar? ¿A la hora de pensar, de concebir ideas, de proponernos hacer algo creativo? Si no tienen ninguna idea de cuales van a ser sus principios cómo diseñadores profesionales, es hora de que se pongan a pensar en ello... Hagan su propio manifiesto personal, aunque no se lo vayan a proclamar a nadie, a todos nos sirve poder decir claramente cuales son nuestras propias convicciones...
Y recuerden, a nadie le gusta un diseñador que hace lo mismo que todo el mundo. Más vale que sean rebeldes.
